Viviendo Saludable. Texto A2

Cada mañana, me despierto con energía y comienzo mi día con un desayuno nutritivo. Preparo una taza de té verde, acompaño con frutas frescas y una porción de avena. Después, hago una caminata ligera por el parque cercano a mi casa, lo que me ayuda a activar mi cuerpo y mente para el día que viene.

En el trabajo, procuro mantener una actitud positiva y tomar pequeños descansos para estirar las piernas y relajar la vista. Mi dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio me permiten sentirme concentrado y lleno de energía. Además, trato de incorporar alimentos ricos en vitaminas y minerales, fundamentales para una buena salud.

Por la tarde, después de una comida ligera, dedico tiempo a actividades que me relajan, como leer un buen libro o meditar. Creo firmemente que la salud no solo depende de la alimentación y el ejercicio, sino también del descanso y la gestión del estrés. Al finalizar el día, reflexiono sobre mis logros y me preparo para un sueño reparador.